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Brote de estrés en la cara
Aunque puede ser tentador después de unas cuantas cervezas, intenta evitar las comidas grasientas y aceitosas y los alimentos llenos de azúcar. Éstos pueden empeorar el acné y otras afecciones de la piel. Debes mantener una dieta equilibrada y saludable con muchas proteínas magras, cereales integrales, frutas, verduras y grasas saludables.
La falta de sueño es una de las principales causas conocidas del acné. De hecho, una mala noche de sueño puede alterar los ritmos naturales de tu cuerpo, desviando la producción de hormonas, así como una serie de otros problemas. La falta de sueño también hace que seas menos capaz de manejar el estrés (que todos conocemos). Esta es otra de las principales causas del acné.
Si no descansas bien por la noche, el resultado puede ser un enorme brote a la mañana siguiente. Así que vete a la cama temprano (o al menos a una hora razonable) y, de paso, cambia la ropa de cama. Tus sábanas empapadas de sudor de hace dos meses no te ayudarán.
El estrés es una de las principales causas del acné, así que es importante encontrar tiempo para relajarse y aliviar el estrés. Aunque no hace falta que vayas a un retiro de yoga, intenta retomar un pasatiempo energético, escuchar tu música favorita, leer un libro o dedicar tiempo a la meditación.
Estrés akne
Pocas cosas pueden destrozar la confianza de una persona como un gran grano. Sería cruelmente irónico que las situaciones estresantes -una boda, por ejemplo, o un compromiso para hablar en público- pudieran desencadenar un brote. Por desgracia, los expertos afirman que la relación entre el estrés y el acné está ya bien establecida. “Cuando iniciamos nuestro estudio, no estábamos seguros de los resultados; pensamos que podríamos desmentir algunos mitos”, dice la Dra. Alexa Kimball, profesora de dermatología del Centro Médico Beth Israel Deaconess. Se refiere a un estudio que ella y sus colegas llevaron a cabo en 2003, cuando los vínculos entre el estrés y el acné eran todavía en gran medida anecdóticos. Pero la investigación de Kimball sobre estudiantes universitarios descubrió que el estrés podía desencadenar un episodio de acné. Y cuanto mayor era el estrés, más pronunciado era el brote.
¿Qué puede hacer una persona para prevenir los brotes de acné relacionados con el estrés? Practicar técnicas de reducción del estrés de eficacia probada es un buen comienzo. La meditación de atención plena y el ejercicio físico son dos técnicas de reducción del estrés respaldadas por la investigación. También lo son el tai chi y el yoga. Cuando estés en el trabajo, organizar tus espacios -tanto reales como virtuales- y eliminar el hábito de revisar incesantemente el correo electrónico también puede ayudar a reducir el estrés. Kimball también recomienda seguir los regímenes habituales de alimentación, sueño y cuidado de la piel. Por último, si ves un acontecimiento estresante en el horizonte, pide ayuda a tu médico. “Es posible que le prescriban algunos tratamientos tópicos más agresivos o antibióticos orales, u otras cosas que puedan ayudar”, dice Kimball. “Todos nuestros tratamientos son mejores para prevenir el acné que para tratarlo, así que si sabes que tienes una boda o algo estresante próximamente, házselo saber a tu dermatólogo”.
Tratamiento del acné en la espalda
El estrés crónico y continuo es uno de los principales desencadenantes de los factores que contribuyen al desarrollo del acné. Las investigaciones han demostrado que el acné está significativamente asociado a los niveles de estrés interno, y que el estrés crónico puede empeorar los brotes existentes. ¿Cómo?
El estrés crónico aumenta los niveles de las hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, y hace que las glándulas sebáceas de la piel se pongan en marcha, lo que se mezcla con las células muertas de la piel y las bacterias que provocan los brotes. La piel adulta es más propensa a la acumulación de células cutáneas muertas porque la renovación celular natural se ralentiza con el tiempo.
Cuando la piel está estresada, también pierde parte de su capacidad de protegerse porque su barrera se ve comprometida. En el caso de los adultos, esto puede dar lugar a otras complicaciones, como la inflamación y los signos prematuros de envejecimiento de la piel. El estrés daña el colágeno, causando arrugas. El cortisol reduce la producción natural de ácido hialurónico, lo que deshidrata la piel y aumenta la aparición de líneas de expresión. La deshidratación también desencadena una mayor producción de sebo, lo que crea el caldo de cultivo perfecto para las bacterias que provocan los brotes.
Causas del acné en la espalda
Lidiar con el acné en la cara ya puede ser bastante frustrante, pero ¿qué hacer cuando la espalda y los hombros también presentan protuberancias? Aunque el maquillaje puede disimular las manchas faciales, lidiar con el “bacne” es un reto mayor. Esta afección puede hacer que te sientas cohibida y puede convertir el uso de vestidos y camisetas de tirantes en una verdadera lucha. A continuación te explicamos por qué te puede salir acné en la espalda y qué puedes hacer para prevenirlo.
Hay tres factores principales que contribuyen al acné. La hiperactividad de las glándulas sebáceas, el exceso de células cutáneas muertas y el crecimiento excesivo de bacterias causantes del acné pueden combinarse para crear un desagradable brote en cualquier parte del cuerpo. Por desgracia, la piel de la espalda es especialmente propensa a los problemas cutáneos. “La piel de la espalda es extremadamente gruesa, por lo que la posibilidad de que se obstruyan los poros es muy alta”, explica a Marie Claire la dermatóloga Justine Kluk. Según Verywell Health, la mitad superior del cuerpo también tiene más glándulas sebáceas o de grasa por centímetro cuadrado que la mitad inferior. Combinados, estos dos factores crean una tormenta perfecta para el acné de espalda.