Riesgos de la anestesia

Cómo funciona la anestesia

La anestesia actúa bloqueando las señales del sistema nervioso. El sistema nervioso está formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios. Los mensajes del cuerpo viajan a través de los nervios y la médula espinal hasta el cerebro. La anestesia impide que los mensajes de dolor lleguen al cerebro.

Hay tres tipos de anestesia: general, regional y local. A veces, un paciente recibe más de un tipo de anestesia. El tipo de anestesia utilizado depende de la cirugía o procedimiento que se realice y de la edad y condiciones médicas del paciente.

Anestesia general: El paciente que recibe anestesia general está completamente inconsciente (o “dormido”). No puede sentir ningún dolor, no es consciente de la intervención quirúrgica mientras ésta ocurre y no recuerda nada de cuando está “dormido”. Los pacientes pueden recibir anestesia general por vía intravenosa (en una vena) o inhalarla por la nariz y la boca. Un tubo colocado en la garganta ayuda a la persona a respirar mientras está bajo anestesia general.

Anestesia regional: Este tipo de anestesia se inyecta cerca de un grupo de nervios en la columna vertebral. Esto hace que una gran zona del cuerpo esté adormecida y no pueda sentir dolor. Entre los tipos más comunes de anestesia regional se encuentran la epidural (utilizada a menudo en los partos) y el bloqueo espinal.

Tipos de anestesia

¿Cuáles son sus opciones de anestesia? Dependiendo del tipo de procedimiento y de su estado de salud, puede tener varias opciones de anestesia. ¿Cuáles son los riesgos de la anestesia? Aunque normalmente es muy segura, ningún procedimiento está exento de algún grado de riesgo y su anestesista lo comentará con usted antes de su cirugía. Son muchos los factores que contribuyen a aumentar la seguridad de la anestesia general, como los fármacos más seguros, la mayor formación de los anestesistas y las normas nacionales de atención. Debe comentar cualquier duda con su profesional de la anestesia.¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la anestesia?

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Cómo se muere de anestesia

Hace dos años y medio, Susan Baker pasó tres horas bajo anestesia general mientras los cirujanos fusionaban varias vértebras de su columna vertebral. Todo fue bien, y durante las primeras seis horas después de la operación, Baker, que entonces era una profesora de 81 años de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, se recuperaba bien. Esa noche, sin embargo, alucinó con un incendio que recorría el hospital en dirección a su habitación. Petrificada, llamó repetidamente al puesto de enfermería pidiendo ayuda. Al día siguiente volvió a ser la misma de siempre. “Fue la experiencia más aterradora que he tenido nunca”, dice.

La pesadilla de Baker al despertar era un síntoma de delirio postoperatorio, un estado de confusión grave y pérdida de memoria que a veces se produce tras la anestesia. Además de las alucinaciones, los pacientes que deliran pueden olvidar por qué están en el hospital, tienen problemas para responder a las preguntas y hablan con frases sin sentido. Este desconcierto -mucho más grave que la niebla mental temporal que cabe esperar después de cualquier operación importante que requiera anestesia general- suele resolverse al cabo de uno o dos días.

Anestesia local

Nuestro objetivo es revisar la literatura novedosa y relevante del último año sobre la práctica de la sedación/anestesia en el entorno de la sala de operaciones. Se evaluaron los factores de riesgo y los resultados relacionados con los lugares, los proveedores y los regímenes anestésicos.

La administración de sedación/anestesia para pacientes que se someten a intervenciones incómodas o dolorosas fuera del quirófano es una práctica en expansión que implica a una amplia variedad de profesionales. Con un énfasis creciente en el coste, la eficiencia y la satisfacción del paciente, el propofol solo o en combinación con otros sedantes/analgésicos se ha hecho popular para la sedación de procedimientos entre los no anestesistas. Aunque los acontecimientos adversos importantes son raros en este contexto, siguen produciéndose complicaciones potencialmente arriesgadas, como la depresión respiratoria y la desaturación, y su importancia no puede descuidarse. En este contexto, las bases de datos de la American Society of Anesthesiologists Closed Claims y del Pediatric Sedation Research Consortium aportan algunos datos valiosos. La mayor parte de las complicaciones notificadas están relacionadas con la depresión respiratoria inducida por los fármacos anestésicos o con la obstrucción de las vías respiratorias que provoca hipoxemia o hipoventilación. Hay varios estudios nuevos que destacan la importancia de la capnografía para detectar eventos adversos inminentes en las vías respiratorias.